EEUU arrasa a China... y en Georgia, miles de muertos

Abro la página web de un gran periódico nacional y me encuentro un titular que me estremece: "EEUU arrasa a China". Y algo se estremece en mi interior. Ha llegado, la tercera guerra mundial (o la cuarta, porque no tengo claro por la que vamos) ya está aquí. Y justo cuando estoy recogiendo la ropa para esconderme en mi bunker descubro que estoy en un error. Porca miseria. Se trata de una crónica deportiva que narra la victoria estadounidense ante China.
Un poco más abajo, en letra pequeñita, encuentro otro titular que me llama la atención. Prosiguen los enfrentamientos de Rusia y Georgia. Miles de bajas civiles. No pasa nada, pienso. Será que los equipos de lucha libre de estos países se han encontrado en Beijing. Y lo de las bajas civiles...pues creo que son mujeres chiquititas que no son militares. Vamos, que me imagino a miles de chinitas paseando por la ciudad.


Pero de nuevo me equivoco. Ahora sí que se trata de una guerra. Y no como esas que ignoramos fácilmente en África o en Oriente Medio simplemente porque no salen en la tele. Ésta está aquí al lado, en plena Europa.
Miles de bajas civiles en Georgia. Y un periódico se atreve a hablar de la preocupación que existe en Occidente porque en esa zona hay muchos oleoductos y podría volver a subir el precio del petróleo. Miles de muertos en Georgia. Y la foto de portada es la de un modesto ciclista español que ha ganado una medalla en las Olimpiadas. Miles de muertos en Georgia. Pero hay espacio, y mucho, para contar la historia del que ya es el 'sinpa' más famoso de la historia, el del crítico gastronómico suizo en el 'bulli' (o como se escriba). Miles de muertos en Georgia.

Y los políticos, esos líderes internacionales que mandan en nuestras vidas, en Beijing, disfrutando del espectáculo deportivo, que para eso cobran. Total, ¿a quién coño le importa lo que pase en Georgia? ¿O en Afganistán? ¿O en Angola? Total, no tengo ningún amigo allí... .
Por eso estos días estoy pegado a la tele, esperando una manifestación de artistas e intelectuales españoles contra la guerra del Caúcaso y exigiendo que alguien pare la matanza. Yo salí a la calle contra la guerra de Irak y saldría de nuevo contra la del Caúcaso. Porque allí, aunque no lo parezca, también muere la gente.