La curtura me perzige, pero llo zoy má rápio

Esta pintada, u otra parecida, ilustraba no hace mucho una calle de la capital extremeña. Nunca llegué a entender la intención del que se tomó la molestia de dibujarla, pero hoy, por fin, lo he comprendido. Y ha sido gracias al minotauro, ese monstruo que ataca, lucha, se revuelve, contra la lógica y el mundo mientras el resto, los normales, se ven obligados a esquivar sus mortales cornadas. Por eso, lo que espero es que un día la cultura alcance de lleno al minotauro y entienda, al menos por un rato, lo que significa ser una persona normal.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Este tio ha encontrado una caja de pirulas y se las ha jincao sin pestañear. Convocaré una reunión de jaker de esos para acabar con esta incontinencia. Bienvenido, cocorresponsal. Por cierto, ¿por qué no ponéis una fuente o ducha en la puerta del gran condón plastificado de la plaza?, es que las azafatas van a cascar de una desolación de esas.
Para pintada LA DROGA DESTRUYE LA MEMORIA Y OTRAS COSAS DE LAS QUE NO ME ACUERDO